Miércoles
por la mañana. Estoy en el trabajo y el temporal es de órdago. Yo
salgo a las dos de trabajar y con la marea alta a esa hora inevitable
llevarme el equipo de surfcasting para irme como un tiro para la
playa según salgo.
Toca
el timbre y me voy como alma que lleva el diablo. Paso por el super a
toda velocidad, barra de pan, unas navajitas para iscar y corriendo
al coche. De camino a la playa le meto “uns bos chourisos” en el
pan y engullo el bocata como puedo.
Al
llegar a la playa el mar es inhumano. Debía haber unos 6 metros de
mar de fondo según windguru y viento muy muy fuerte. La postura en
concreto es de marea alta, con lo que voy un poco justo de tiempo.
Piso
arena, monto la caña (por supuesto una sola con estas condiciones) y
me apresuro a lanzar. “Empeza a festa!!!” Lance tras lance, sargo
tras sargo.
El
plomo no se queda quieto ni de broma. La marea ya bajando y con una
corriente fuerte hace difícil notar las picadas ya que el mar es
monstruoso. Pero aunque no se notasen mucho, un anzuelo pequeño se
encarga de dejarlos tragar. Un par de minutos en el agua y recoger,
no hay más ciencia. Uno tras otro salen los sargos, bonitos la
mayoría de ellos.
Ya
tenía bastantes en el cubo con lo que decido no ser avaricioso en
exceso y prefiero ir recogiendo, ya que el pluriempleo me obliga a
volver a mis labores. No obstante, dejo la caña lanzada “cunha boa
tallada” compuesta por varias navajas.
Estoy
terminando de recoger cuando veo la caña doblar como un arco!!!!
Tiro con todo y corro hacia ella como alma que lleva demonio. Empiezo
a recoger y al tensar el sedal el bicho que estaba al otro lado
empieza a pegar salidas que me arrancan casi todo el sedal que tengo
en mi ultegra (más de 200m). El sedal se me acaba y no me queda otra
que empezar a andar por la playa siguiendo al animal.
Con
todo ello me lleva unos 200m por la orilla detrás de ella.
Uffffff….pesa un quintal, pero es difícil calcular con tantísimo
mar y resacas tan fuertes.
Llega
a una zona de piedras y se me enroca!!! Me cago en ….!!! Recupero
parte del sedal y decido soltar hilo a ver si se sale.
Efectivamente, uffff… que suerte!! Consigo llevarla hacia la zona
de arena limpia y muy poco a poco la voy trayendo. Pesa como un saco
de patatas cuando la empuja la resaca. Por supuesto, seguro flojo
para no partir.
La
traigo, la traigo … y se acerca a la orilla. Pega unas cabezadas
inhumanas!! Al acercarse a tierra, pensad que es marea alta y hay un
orillón criminal, no me queda otra que montarla en la ola y rezar.
Tras
un rato luchando en la resaca de la orilla, la doy montado en la ola,
IMPRESIONANTE!!!!!!!!!!
VALLA MOUNSTRUO!!!! La veo, en mi vida
amigos!!!
La ola
la golpea contra el suelo con una fuerza descomunal y….
NOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOO!!!!!!!!!!!!!!!!!!! Se suelta del
anzuelito que tenía para los sargos!!! Por todos los santos!!!!!
Me
puse de rodillas en la arena, agarrado a mi caña, y me quede allí
varios minutos con una cara de parvo descomunal tras más de media
hora de intensa pero suave lucha. El golpe fue excesivo para
semejante monstruo, grande, larga… y gorda como una burra. Neptuno
me la ofreció, me brindo una lucha impresionante, y me la quitó.
La
pesca es así, y en ello está su belleza.
Me
consuelo pensando que en esta época, y con esas dimensiones y
volumen, seguro estaba ovada, con lo cual, benditos sean los millones
de alevines que salgan de su barrigón!!
Este
tanto te lo ganas Neptuno, pero nos volveremos a ver…
redacta: Paco
La mar como a mi me gusta
ResponderEliminarEnhorabuena
www.laantillapescatotal.blogspot.com
Saludos
menos mal que no te daba nada de xeito furnas jejejejeje, lastima esa perdida, s2
ResponderEliminarA min tamén me gusta así o mar; e sta praia....cada día mais jeee...Gracias
ResponderEliminarPrecioso relato Paco...pena por el final pero ya sabes como va esto, unas veces se gana y otras muchas más se pierde...por certo..tas toliño.. salir de pesca con ese mar...S2
ResponderEliminarSin duda es una perdida pero bueno por lo menos te hizo disfrutar de esa batalla, la próxima sera tuya.
ResponderEliminarSaludos desde Cadiz