A unque no me gustan las posturas altas, ya que son peligrosas y se pierden muchas piezas, un par de capotazos me llevaron a una vieja postura que me dio tres buenos sargos.
Sin mucha fe después de estar las dos últimas horas de subida sin picada y apunto de plegar caña empezaron a morder. Cinco picadas con diferente suerte, dos piezas de casi un kilo y una placa de kilo y medio se pusieron en seco. Aunque las dos más grandes se soltaron en la lucha. Dos placas de las buenas quizás mal aferradas o mal trabajadas ganaron la batalla lo que da una emocion única a este deporte. Sentir esa potencia al otro lado y desear ganar es una sensación increíble aunque como dije al principio la altura juega a veces malas jugadas sobretodo con las piezas de mucho peso.
Un saludo
Carlos